miércoles, 31 de agosto de 2011

Elecciones 2011. Balance de Proyecto Popular - Yerba Buena

Proyecto Popular creció en Yerba Buena. Aunque no hayamos alcanzado una banca en el Concejo Deliberante, duplicamos la cantidad de votos obtenidos en 2007, y multiplicamos varias veces el número de militantes comprometidos con el proyecto político del que formamos parte.
Hay varios motivos para no haber llegado al Concejo, que habrá que continuar analizando. La falta de un esquema organizativo interno, con división de tareas y responsabilidades jugó en contra y llevó a improvisar sobre la marcha muchas veces en cuestiones fundamentales (propaganda y fiscales, por ejemplo).
El crecimiento nos desbordó, pero eso no alcanza para explicar los problemas. Sí nos impone replantear nuestra forma de trabajar hacia adentro y de responder a la necesidades políticas de la ciudad. Para empezar, deberemos redefinir nuestro lugar en la vida política, ya que por nuestros orígenes y experiencia hay situaciones que se entrecruzaron confusamente. Tenemos que terminar de constituirnos en un actor político, que se apoya en el trabajo social y territorial iniciado en 2003, manteniendo la amistad nacida en muchos casos en este camino. Pero no cada una por separado, sino ensamblándolas y potenciándolas.
San José merece un análisis particular. Donde todo esto empezó a partir de la experiencia del Banquito, y donde nuestra referente Cecilia Córdoba se constituyó en tal, disminuimos la cantidad de votos. En tantos años de trabajo social en el lugar no logramos encontrar referentes que pudieran ponerse al frente de la construcción política, y como agrupación descuidamos lo realizado en función de fortalecer el trabajo en el resto de la ciudad. Esto, en función de los resultados electorales de 2007, cuando ni siquiera éramos una agrupación política como la constituimos en 2009.
Allí se percibió con más claridad la fuerza de ese aparato electoral del que abusa el oficialismo. No es excusa, ya que es una decisión política buscar otros mecanismos de construcción. Estamos tratando de generar poder popular, de mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad y la provincia a través de la organización, y en ese contexto el proceso electoral o la obtención de espacios institucionales es sólo un paso más. Importante, por supuesto, pero no justificados de prácticas reñidas con la ética y la moral. Decidimos sostener esta posición.
Entre las autocríticas necesarias figura nuestra actitud demasiado díscola hacia adentro de la estructura provincial que nos contiene, que muchas veces nos dejó aislados de los compañeros de otras jurisdicciones, de las decisiones o apoyos del partido. También nuestro escaso trabajo territorial, que nos alejó de muchos de los problemas de los vecinos que, con organización, podríamos haber aportado a resolver.
Si logramos imponer discusión política en la ciudad, como ocurrió en la provincia. Y aunque eso no alcanza todavía para contrarrestar el poder del aparato de la dádiva y la extorsión que utilizó el oficialismo, nuestra forma de hacer política se instaló y fue reconocida por muchos vecinos.
Aunque llevamos dos años discutiendo política cada martes, no avanzamos en la formación, y eso nos llevó a no manejar los mismos códigos adentro de la organización. Esto se tradujo, en muchos casos, en no poder llegar a los vecinos con un discurso claro.
Tanto nuestro crecimiento electoral como el de militantes nos lleva a confirmar el camino iniciado. A sostener que sólo la organización del pueblo es capaz de torcer rumbos y corregir los desvíos de los gobiernos. Es por ello que nos proponemos profundizar la militancia cotidiana y los debates iniciados en distintas áreas a través de foros vecinales, de debates abiertos y de acciones concretas donde fuera necesario.
Todavía hay mucho por analizar sobre lo ocurrido el domingo, pero mucho más por construir.

Yerba Buena, martes 30 de agosto de 2011.

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